Eso que tratamos de enseñar a los niños, para que entiendan que no siempre van a conseguir lo que quieren y que «tienen que» aprender a aceptarlo, fomentando valores como el esfuerzo y la perseverancia, cuando muchos adultos…
«Nos las vemos y nos las deseamos para no explotar en un rapto de ira incontrolable cuando no conseguimos lo que queremos».
Ya os he hablado de «aceptar que las cosas son como y no como me gustaría» y de qué pasa cuando las cosas vienen en una forma distinta a lo que deseábamos.
La frustración es una emoción natural para el ser humano.
Dicho de otro modo, no tiene ningún sentido tratar de eliminarla, «reprimirla» o «hacer como que no está ahí».
La frustración es y será, está ahí.
Ahora bien, eso no significa que nos tengamos que dejar llevar por ella, saltando a la escala de la ira y la rabia.
¿Estás frustrado?
Bien.
¿Qué hacemos?
Aplicar la «Inteligencia Emocional»:
- Dilo, en voz alta: «¡Estoy frustrado!»
Reconocer que se trata de una «emoción legítima» le restará intensidad, además de ser un ejercicio de respeto hacia nosotros mismos y hacia lo que sentimos.
Así comienza la aceptación y el sosiego que nos permitirán seguir adelante. - «¿Por qué estoy frustrado?»
A esta parte, dedícale su tiempo porque muchas veces la respuesta no es directa ni sencilla. - Indefectiblemente, parte de esa respuesta pasará por «una expectativa que albergabas que no se ha cumplido».
¿Esa expectativa es razonable, realista?
Más aún, ¿depende de ti? - «Reajusta».
Puede que este punto resuelva la situación y manejar la frustración.
Me explico, si tu expectativa no era realista y la sustituyes por una que se ajuste más a la realidad, es posible que la frustración disminuya e incluso desaparezca, al acercarte a tu objetivo. - «Recalcula ruta».
Puede que el punto anterior no lo resuelva o no te ayude a gestionarlo, porque tal vez se trate de una «expectativa» a la que no quieres «renunciar».
Bien, pues si es así, toca redefinir cómo conseguirla y ponerse manos a la obra con un nuevo plan de acción. - «Acepta que tal vez no llegues a conseguir lo que quieres».
Si como os decía ahora mismo es una «expectativa» a la que no quieres renunciar, pero de hecho se trata de algo realmente difícil de conseguir, la manera de manejar la frustración será a través de la aceptación.
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