Si… ¡A TODO!
Hace ya algunos años que lo oí, y me encantó: «siatodismo«.
Otras formas de expresarlo:
¿Vamos? Vamos.
¿Venga? Venga.
¿Lo hacemos? Lo hacemos.
Y es que es: SI a TODO, y CON TODO.
Me explico…
Con miedo, con incertidumbre, con luces, con sombras, con inquietud, con alegría, con esperanza, con ilusión, con problemas, con inconvenientes, con peleas, con entendimientos, con luchas, con «paces», con… lo que sea.
¿Cuántas veces una oportunidad ha llamado a vuestra puerta y la habéis dejado pasar por… miles de motivos que ni a vosotros/as os convencían del todo?
¿Habrá problemas? Seguro.
¿Habrá inconvenientes? Probablemente.
Pero, ¿y qué?
Esto es la vida, señores y señoras.
¿Queréis cambiar de vida?
¿Queréis una vida extraordinaria?
Vivir es sentir, es atreverse, es asustarse, es tomar cada oportunidad que llega a tu vida, sobre todo cuando no sabes a dónde te lleva, es gritar, es luchar, es reír, es disfrutar, es saltar, es caerse y volver a levantarse.
Además, ¿cuál es la alternativa?
Bueno, no se…
Pero…
¿»Y si»…?
Mejor no, porque…
¿Se puede…?
¿Debería…?
¿Podríamos…?
Por supuesto que todo esto es en combinación con «el menos común de los sentidos», que es «el sentido común«.
Al tipo de cosas que me estoy refiriendo es a esas que, en el fondo (o puede que en la superficie) os «morís» por hacer y sin embargo surge ese… «pero…».
Os haría una lista, pero sería interminable…
Además, creo que ya sabéis a qué tipo de cosas me refiero…
Montar en globo, aunque te den miedo las alturas.
Sumarte a un «flashmob», aunque no sepas de qué va.
Hacer 1.000 kilómetros en un día, sólo para ver a alguien sonreír.
Cuidar de tus sobrinos/as y enfrentarte al «caos».
Ir a un país cuyo idioma no hablas.
Montar en piragua cuando tu coordinación, brilla por su ausencia.
Cuando dices: SI, algo en ti se abre, se «desbloquea» una parte de ti, que tal vez, incluso tú habías olvidado que estaba ahí.
Es la parte de ti que quiere vivir, vivir a tope.
Sin versiones descafeinadas, sin versiones «para todos los públicos» adaptadas a la «comodidad» y «seguridad», sin peros, sin restricciones.
La «aventura» también forma parte de la vida, y es, extraordinaria.
Barei lo explica de maravilla… «Say Yay»
(Subir el volumen en el estribillo y… ¡A darlo todo!)