¡Existe!
Se que la anticipación tiene mala prensa, yo misma he escrito sobre ella.
Pero hablando con una paciente me dí cuenta que a veces, cometemos el error, de juzgar y convertir un hecho en una valoración.
Porque lo cierto es que la anticipación como tal, no es ni «buena» ni «mala», ni «positiva» ni «negativa».
Así que decidí hablaros de la «anticipación positiva».
Que no es ni más ni menos que esa emoción, ese nerviosismo, esa expectación, esa ilusión, esa alegría, ese regocijo por lo que está por venir.
Es una «anticipación optimista».
Preparar unas vacaciones, organizar una cita, planear qué te vas a poner, a dónde vas a ir, qué vas a hacer.
¡Saboréalo!
Es parte de la magia de nuestro cerebro, uno de esos regalos que a veces no entendemos, pero que está ahí, para nosotros y nosotras, solo a un suspiro de distancia.
¡No te lo pierdas!