Una de las primeras cosas que tenemos que aprender a diferenciar, para no ser esclavos de nuestros pensamientos.
Hecho: «La mesa tiene cuatro patas»
Valoración: «La mesa es bonita»
Valoración que puede parecer un hecho: «Esa mesa es la mejor que voy a encontrar»
¿Probamos con algo un poco más complicado?
Hecho: «Trabajo 10 horas diarias»
Valoración: «Trabajo demasiado»
Valoración que puede parecer un hecho: «En mi trabajo me explotan y es muy injusto, no me lo merezco»
¿Un poco más complicado?
Hecho: «Mis padres me llaman una vez cada 15 días»
Valoración: «Mis padres no me quieren»
Valoración que puede parecer un hecho: «Nadie me va a querer, si mis padres no me quieren»
¿Imaginas ya hasta que punto podemos complicarnos la vida con nuestras Valoraciones?