Confiar en ti misma

 

 

Eligiendo confiar en ti misma.
Eligiendo hacer que tu criterio sea el primero que consideres y tengas en cuenta, escuchándote a ti misma, haciéndote todas las preguntas que necesites hacerte, todas las veces que necesites hacértelas, para encontrar tus propias respuestas.

Siguiendo tu propio criterio, una y otra vez, mil veces, un millón de veces, progresivamente, y sin descanso, irás consiguiendo, confiar en ti misma, cada vez más.

Al confiar en ti misma:

  • Encuentras tu camino, tu paz, tu equilibrio.
  • Cuidas y aprendes a cuidar, cada día, de ti misma.
  • Sanas la relación y el vínculo más importante y más duradero que vas a tener en toda tu vida, contigo misma.
  • Te reconcilias contigo misma, y también, a la vez, con los demás.
  • Floreces al ser tú, tú misma, en toda tu plenitud.

Como las ganas, como la ilusión
«La confianza en ti misma la consigues confiando en ti misma».

Quiero resaltar y hacer hincapié en que lo importante no es si tienes razón o no, si estás en lo correcto o no.
Lo importante, lo realmente importante, es que sigas tu criterio, tu camino, el tuyo, el de nadie más.

Dueña entonces de tus decisiones, de tu criterio, de ti misma, de tu vida, consigues ser entonces: «Tú misma».

La confianza en nosotras mismas es algo que todas tenemos.
Está ahí, aunque tú no la veas.

La confianza es una semilla que irá brotando, creciendo, floreciendo y que se irá convirtiendo, progresivamente, en todo lo que pueda llegar a ser.
Irá creciendo, puede que poco a poco, puede que mucho más rápido de lo que tan si quiera hubieras imaginado, sólo tienes que ir alimentándola, cuidándola, nutriéndola, regándola.

Para confiar en ti misma no necesitas imponerte, no necesitas defenderte con uñas y dientes, no necesitas gritar, no necesitas luchar, no necesitas pelear, sólo necesitas escucharte a ti misma y ser tú.

Como ocurre con la seguridad, la confianza la irás ganando con la experiencia.
«La experiencia de ser tu misma».

En toda elección, hay una parte de aceptación.
En este caso, tu trabajo consistirá en aceptar que no todo el mundo estará de acuerdo con tu criterio, con tus decisiones, con tu forma de ver las cosas.
No pasa nada, es normal.

Cada uno tenemos nuestro criterio, y es así como tiene que ser.
Es lo extraordinario del ser humano, cada uno somos diferentes, y somos iguales a la vez, todos tenemos nuestro criterio, todos queremos confiar en él, sentirnos seguros y sentirnos confiados.

En realidad, y aunque te pueda llegar a parecer lo contrario, a todas, a todas y cada una de nosotras, nos han educado, todas las personas que han participado y se han involucrado en nuestra educación, para que construyamos nuestro propio criterio, el nuestro.

Tú estás andando tu camino, y tratando de encontrar la manera de ser fiel a ti misma y ser feliz.
Todos los demás te acompañan en ese camino, sólo que cada uno está andando el suyo propio.

Hay ciertas encrucijadas en las que todos nos encontramos en determinados momentos de nuestras vidas, dudas que todos tenemos o vamos a tener, luchas internas que estamos tratando de resolver… Y, a veces, una de ellas es el aceptar que las demás personas no ven las cosas como yo, no tienen mi mismo criterio y no comparten mi manera de hacer las cosas, y a veces nos cuesta especialmente aceptarlo y tratamos, desesperadamente, de convencer y persuadir a los otros, porque creemos que nuestra opción es la mejor, cuando no la correcta.

Cuando te encuentres con otra persona que trata de convencerte y persuadirte, cuando te sientas presionada para abandonar tu camino, en pos de del otra persona, recuerda simplemente que esa persona está tratando también de encontrar su propio camino, lidiando con sus propias «historias».
No sucumbas, simplemente deja que esa persona siga con su camino, y tú sigue con el tuyo.

En el momento en el que te des cuenta de que estás siguiendo tu propio camino, obteniendo tus propios resultados, que unas veces se aproximarán bastante a los que querías conseguir y que otras veces no, pero que lo crucial es, en todo este proceso, que estás siguiendo tus pasos, tu camino a la felicidad…
Ya no habrá motivo para luchas innecesarias, ni tratarás de convencer a nadie de nada, ni te rendirás ante la presión de los demás, ni dudarás de ti (salvo cuando eso sea lo que decidas hacer, para tu propio crecimiento y desarrollo personal):

¡Confiarás en ti misma!

Acerca de Cristina

Psicóloga Colegiada Torrejón de Ardoz
Esta entrada fue publicada en Mujeres, Niños y Niñas, Sabías que... y etiquetada , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.