Hay momentos de nuestra vida en los que sentimos que no vamos ni para «adelante» ni para «atrás».
Estamos estancados/as.
Momentos en los que, a veces, ni si quiera sabemos muy bien dónde estamos ni a donde queremos ir.
Tal vez porque la distancia entre a donde queremos llegar y donde estamos es tan grande, que no vemos «el final del sendero» y nos desorientamos.
Tal vez porque perdimos de vista nuestro objetivo, nuestro propósito, nuestro camino.
Ocasiones en las que no tenemos claro qué camino coger, por dónde seguir.
Probamos una opción, probamos otra, incluso otra más, y ningún camino parece tener «recorrido».
Buscamos respuestas, acudimos a los amigos, a las amigas, al horóscopo, al tarot,… a alguna clase de «oráculo» que nos ilumine y nos diga qué hacer, por dónde «tirar».
Sin embargo, eso no suele funcionar.
Nos puede dar ideas, eso está claro, incluso puede que se nos «encienda la bombilla», que «suene la campana» pero, en definitiva, las respuestas están en nosotros y nosotras, nada ni nadie más las tiene, porque nada ni nadie sabe dónde está ni cuál es el camino a tu felicidad.
Nos pueden aconsejar, nos pueden orientar, nos pueden asesorar, pero no nos pueden decir cómo vivir nuestra vida ni qué vida queremos vivir.
¿Cómo encontrar nuestras propias respuestas?
La meditación es una herramienta potentísima, cuyos beneficios empezamos a conocer ahora, científicamente hablando, cuando otras culturas llevan años practicándola y beneficiándose de sus bondades.
Hoy os quiero recomendar una «experiencia de meditación», consistente en meditaciones diarias guiadas (en audio), durante 21 días (los días de práctica que dicen los estudios que hacen falta para crear un nuevo hábito), para trabajar lo que ellos mismos llaman: «una vida sin límites».
(Nota: los audios están en inglés, son bastante sencillos de seguir, en cualquier caso, la primera parte suele ser una introducción en torno a un «pensamiento central» que se va a trabajar para «dirigir nuestra intención y voluntad», y a continuación se encuentra la meditación consistente en la repetición de un mantra en sánscrito que hay que repetir, por lo que podéis ir directamente a esta parte.)
Os pongo un ejemplo:
En la primera meditación el «pensamiento central» en el que concentrar nuestra intención y voluntad es:
– I am fulfilled when I can be who I want to be.
– Traducción: Yo estoy completo/a o me siento realizado/a cuando puedo ser quien quiero ser.
El mantra:
– Om Gum Shreem.
– My limitless awareness overcomes all obstacles.
– Traducción: Mi conciencia sin límites supera todos los obstáculos.
Somos nuestros/as propios/as guías, es sólo que, no estamos acostumbrados/as a dirigir la mirada y los oídos hacia dentro, en vez de hacia afuera.
Centrarnos en nosotros/as mismos/as, en nuestros pensamientos, en nuestros deseos, en nuestros sueños, en nuestras expectativas, escuchando nuestra «voz interior» nos guiará por el camino que queremos recorrer en la vida, el nuestro, el de nadie más.