Es un regalo que puedes hacerte, cada día:
- Estirarte durante dos minutos en la cama.
- Mirar el vuelo de un pajarillo y seguirle en su viaje.
- Recorrer tu casa admirando sus detalles y cada uno de los recuerdos con los que la has convertido en tu hogar.
- Suspirar.
- Sonreír al observar a un/a niño/a jugando.
- Degustar una comida rica que has preparado especialmente para ti, con todo el cariño.
- Ponerte tu pijama favorito, ese tan suave, cerrar los ojos y sentir la calidez sobre tu piel.
- Tocar con delicadeza los pétalos de una flor.
- Tumbarte y mirar al techo.
- Buscar formas en las nubes.