- Fomenta el vínculo con ellos/as.
- Estructura su pensamiento, al tener que organizar la información.
- Les da la oportunidad de expresar sus emociones.
- A nosotros, nos da la oportunidad de ayudarles a dar explicaciones de lo que ha ocurrido y de cómo se sienten, sirviéndoles de guía.
- Aumenta la comunicación y la confianza entre padres/madres e hijos/as.
- Y de esta manera, que el canal comunicativo esté abierto para que nos cuenten todo lo que quieran y necesiten contarnos.
- Al preguntarles por su día, y por los detalles, mostramos interés por ellos/as, por sus quehaceres y por sus vidas. Haciéndonos partícipes de sus historias y compartiendo con ellos su día a día de una forma más intensa y significativa.
- Es una muestra clara de afecto, cariño, apoyo y comprensión.
- Les ayuda a asentar su «memoria episódica«: la memoria relativa a lo que van haciendo en su día a día; lo que les ayuda a tener una continuidad en sus «historias», y un sentido de lo que hacen, día a día. A largo plazo, de sus propias vidas.
¿Qué has hecho hoy hijo/a?