¿Cuántas veces has oído la expresión «mi media naranja»?
Es una expresión bastante común y muchas veces, cuando la escuchamos, tendemos a imaginar que esa persona tiene «la relación perfecta» y en consecuencia, por fin es feliz.
Pero reflexionemos sobre lo que significa esa expresión.
Haber encontrado a «tu media naranja» implica que, hasta ese momento, tu estabas incompleto, eras una mitad, vagando a la deriva, en búsqueda de otra persona que te hiciera por fin ser UNO.
Buscamos en el otro las cualidades o aptitudes que nosotros no poseemos, esperando que ese otro nos complete, que no complemente.
Por ejemplo, tal vez busque a alguien cariñoso, divertido, aventurero, organizado,…, y no me planteo en ningún momento que sólo si cultivo todo eso en mí, será mucho más probable, que encuentre a una persona con esas características también.
Amar desde el amor a uno mismo, compartir la felicidad que ya se posee, no esperar a estar en pareja para ser feliz. Cultivar la relación con uno mismo, centrarse en uno mismo y amar sin atisbo de necesidad.
Sólo de ese modo, además, podrás saber que amas y eres amado por quién eres, no por lo que haces por otra persona.
Al hilo de esta reflexión, te propongo un par de lecturas:
http://elpais.com/elpais/2014/08/29/eps/1409308353_970041.HTML
«Desapegarse sin anestesia» – Walter Riso