Es ese día en el que efectivamente descubres que estas como una auténtica cabra porque has hecho una de esas cosas que, al contársela a alguien, te ha dicho: «¡Estas como una cabra!»
Es el día en que has traspasado tus límites, mas allá de tus sueños, mas allá de tus limitaciones y defectos, mas allá incluso de tus expectativas.
Y te miras al espejo y a las manos con auténtica satisfacción y sorpresa.
Porque, si, lo has hecho, lo has conseguido.
Y solo entonces tomas auténtica conciencia de que nunca llegaras a saber hasta donde puedes llegar y que eso, de hecho, ¡es maravilloso!
Así que espero y deseo de corazón que hayas tenido y sigas teniendo muchos «días de la cabra».
Yo por mi parte, os puedo asegurar que siendo psicóloga como soy, ya llevo la cabra incorporada (es un requisito para que te acepten en la carrera, como todo el mundo sabe), y como persona os diré que nunca dejo de maravillarme con lo extraordinario y maravilloso que es el ser humano, y en especial su cerebro, en toda su complejidad y con todas sus partes.
¡Feliz Día de la Cabra a todo@s!