Qué SI hacer en una discusión

Lo primero y principal: RESPETO.

Me atrevería a decir, que habiendo respeto, no se trata de una discusión, sino de una conversación, un intercambio de ideas, puede que una negociación incluso, pero hasta ahí.

Las pautas que os voy a recomendar a continuación, están inspiradas fundamentalmente en las técnicas de comunicación asertivas, y son las pautas que recomiendo en consulta, para cualquier ámbito.

Una consideración previa, muy importante también.
Buscar el momento propicio para tener la conversación: cara a cara, sin distracciones, ni presiones de tiempo, un momento receptivo y también os diría que acordado previamente, ya que si no estáis acostumbrados a trabajar los temas de este modo, tal vez necesitéis de algo de preparación previa.

  1. Respetar el turno de palabra.
  2. Utilizar un tono amable, conciliador.
  3. Comenzar con algo positivo: sé que cuando “se entra a discutir” esto resulta especialmente complicado pero, siempre podemos comenzar con un: “te agradezco que te tomes el tiempo y el interés de que tratemos este tema que también es importante para mí”.
  4. Tratar un tema cada vez, de forma concreta y específica.
  5. Expresar mis pensamientos y sentimientos con claridad y concreción, haciéndome cargo y responsable de ellos.
    Aclarando, si fuera necesario, que no es una acusación o un intento velado de “agredir” a la otra persona, simplemente es lo que pienso y siento, y decido, elijo, compartirlo con la persona que tengo delante.
    ¿El objetivo? Un ejercicio de respeto hacia mí mismo/a, en un esfuerzo también porque la otra persona me comprenda mejor (fomentando la empatía, por tanto).
    Recordar que expresar mis sentimientos o emociones no es dejarme llevar por ellos, puedo expresar mi rabia sin lanzar objetos.
    Mensajes YO vs Mensajes TÚ: al expresarme, en todo momento, utilizar los llamados “Mensajes YO”, en los que el peso está en lo que YO siento y YO pienso, no es un ataque hacía el otro (Mensajes TÚ): TÚ me has hecho, TÚ pretendías, TÚ te piensas, etc.
  6. Referir hechos objetivos y concretos, para argumentar y/o clarificar lo que estoy exponiendo.
  7. Expresar nuestras dudas, nuestros pensamientos, nuestras críticas, procurando expresar todo aquello que necesitemos compartir y expresar (por supuesto, en caso de necesitarlo, podemos retomar la conversación, sin que se convierta en algo recurrente, ya que la idea es completar el proceso).
  8. Hacer una propuesta de cambio y/o acuerdo, tanto para mí mismo/a como para el otro/a.
  9. Darle espacio al otro/a para que comparta conmigo su parecer al respecto de lo tratado (os recomiendo que, si el tema es especialmente espinoso, o tenéis tendencia a “engancharos” con él, por la circunstancia que sea, que cada uno/a finalice su exposición para que a continuación proceda la otra persona).
  10. Finalizar, al igual que comenzamos, con algo positivo. Dicho de otro modo, cerrar con un buen sabor de boca, es fundamental. Si no se os ocurre cómo: “se que no ha sido fácil para ti, al igual que para mí, tener esta conversación, y te agradezco a ti, y me enorgullezco de mí mismo/a, por a ver tratado esto de forma civilizada y constructiva, junto a ti”.
  11. En caso de que sea necesario, buscar un mediador imparcial que os ayude a seguir estos pasos.

Acerca de Cristina

Psicóloga Colegiada Torrejón de Ardoz
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