Cuando vi la película de «Los hombres que no amaban a las mujeres» comprendí que eran las mejores palabras para expresar algo realmente importante, y es que amar significa respeto, maravillarse, aceptar a la persona tal y como es, y en ningún caso, utilizar a esa persona (mujer, hombre, niño, niña, anciano, anciana, persona en toda su complejidad y «maravillosidad») para un fin, sino valorarla, aceptarla y amarla como persona en sí misma que es.
La semana pasada, viendo las noticias, vi el vídeo de un hombre, jugador de la NFL, agrediendo a su entonces novia (ahora esposa) en un ascensor. Lo que ocurre en ese vídeo, por desgracia, no es nada nuevo, pero hubo algo que llamó poderosamente mi atención, y fue la actitud del agresor: total y brutal indiferencia por esa mujer que yacía inconsciente en el suelo, tras la brutal agresión.
¿Es que eso puede ser amor, de cualquier tipo?
De acuerdo que todos cometemos errores, pero nada justifica semejante acto.
Y por eso quiero hacer aquí esta reflexión, ya que siguen acudiendo mujeres a mi consulta (también hombres), que han sufrido una agresión (de diferentes tipos, formas y colores, como se suele decir) que se preguntan si han hecho algo para merecer dicha agresión (muchas veces incluso se cuestionan si la agresión ha sido tal) y si su «agresor/a» realmente es un/a «maltratador/a».
En otra entrada de este blog (Querer y Amar) hablo de la diferencia entre querer y amar; ahora quiero que reflexionéis sobre palabras como: sometimiento, abuso, coacción, eliminación de cualquier rastro que te identificara como persona independiente.
Las mujeres, los hombres, las personas somos maravillosas, especiales y únicas por nosotras mismas, merecedoras de amor y respeto.
Pero no sólo eso, te animo a que revises la Declaración de Derechos Humanos (http://www.un.org/es/documents/udhr/), y me digas si crees y sientes que tu pareja, e incluso tú misma para contigo misma, los estáis respetando.
Y dime otra cosa, cuando tú amas, ¿cómo expresas ese amor?
¿Tiene algo que ver el amor con decirle a la otra persona lo que tiene que hacer, decir, pensar, sentir?
¿Tiene algo que ver con humillar, machacar, imponer, masacrar?
Ahora bien, si tu amor, el que tú sientes y expresas, tiene que ver con el respeto, con la felicidad del otro, con el cuidado, el cariño, el ánimo (a volar contigo o lejos de ti). Amiga mía, eso es AMOR, lo demás son «lobos con piel de cordero», sucedáneos, aberraciones, maltratos disfrazados con ese nombre, el del amor que se utiliza como «excusa o disculpa o justificación» para convertirte en una marioneta, sin voz ni voto, exacta y justamente como el otro quiere que seas. Y si, estás en lo cierto, nunca será suficiente.
Y te hago una revelación más, eso es exactamente lo que tú mereces (repítetelo porque a veces lo hemos olvidado por la fuerza de la costumbre a que nos repitan, y nos repitamos, que no es así). Es una declaración muy sencilla: ¡AMOR O NADA!
Nada de humillaciones, de vejaciones, de moratones, de heridas en mi autoestima, en mi cara, en mis huesos, en mi corazón.
Y por último, ¿cuál es el siguiente paso?
PIDE AYUDA (No estás sola!!!):
https://psicologiaruizmonter.com/contacto/
Teléfono 016: http://www.msssi.gob.es/ssi/violenciaGenero/Recursos/telefono016/home.htm